Incrementar la duración funcional de tejidos y aumentar los usos, así como alargar la vida útil de los alimentos de una forma sostenible es posible gracias a la incorporación de aditivos funcionales (principios activos y sustancias biocidas). Para ello es necesario aplicar la tecnología de fluidos supercríticos a ambos sectores, el textil y el alimentario. Los centros tecnológicos, ainia y aitex, en colaboración están trabajando en ello a través del proyecto IMCO2FUN.
El proyecto IMCO2FUN, cofinanciado por el Programa de Proyectos en Colaboración de IMPIVA y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), utiliza la tecnología de los fluidos supercríticos con la finalidad de impregnar una serie de principios activos de origen natural en determinados materiales de uso frecuente en los ámbitos alimentario y textil. Los resultados de este proyecto en el ámbito textil permitirán extender la durabilidad de tejidos con efecto funcional y aumentar sus usos y, por otro lado, en el sector agroalimentario se podrán utilizar para alargar la vida útil de los alimentos de una forma sostenible.
La impregnación de materiales ha despertado interés en la industria con el fin de conseguir artículos con prestaciones más avanzadas. En el sector alimentario, por ejemplo, esta estrategia puede servir para ayudar al control microbiológico mediante la incorporación de sustancias antimicrobianas y, con ello, alargar la vida útil de los productos.
Ventajas del uso de la tecnología FSC
La mayoría de técnicas de impregnación actuales implican el uso de grandes cantidades de agua o disolventes tóxicos y perniciosos, con el consiguiente impacto sobre la salud humana, el entorno y los costes asociados para el tratamiento de vertidos. Ante estos procesos, la impregnación mediante fluidos supercríticos se presenta como una alternativa sostenible y rentable.
Las ventajas de la aplicación de fluidos supercríticos estriba en las propiedades físico-químicas que presentan: una difusividad similar a la de los gases y una alta densidad, cercana a los líquidos. Ambas propiedades varían al modificarse las condiciones de presión y temperatura y, por tanto, es posible modificar su poder disolvente. Esta circunstancia ha propiciado su utilización en diversos procesos, principalmente de índole extractiva, especialmente el CO2 por sus ventajas adicionales frente a otros fluidos supercríticos. En este sentido, son conocidos los procesos de extracción de la cafeína del café, lúpulo, manteca de cacao, etc.
En los últimos años también se han investigado otros procesos relacionados con los fluidos supercríticos, especialmente en relación con la tecnología de partículas y la ciencia de materiales. Por ejemplo, se han desarrollado procesos patentados para la obtención de micropartículas o de impregnación de maderas con fungicidas, procesos que se han implementado con éxito a escala industrial. Sin embargo, en otros tipos de aplicaciones y procesos como el caso de la impregnación de materiales poliméricos para la industria alimentaria o textil los estudios son todavía escasos.
Este proyecto, además, refuerza de los lazos de colaboración establecidos entre las dos entidades participantes en el proyecto, ainia y aitex, potenciando las sinergias detectadas como consecuencia de la complementariedad en las soluciones actuales para problemas similares en sectores diferentes, lo que permitirá trasladar nuevas aplicaciones industriales a las empresas para aumentar su competitividad.
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