Maite Navarro / 16 Noviembre 2016

Alimentos adaptados para estilos de vida, las necesidades en los diferentes grupos de población

La mejora de las condiciones socioeconómicas en la mayoría de los países europeos ha contribuido al incremento de la esperanza de vida en la población. Al mismo tiempo, nunca antes a lo largo de la historia, el ser humano ha tenido un conocimiento tan profundo de la relación existente entre alimentos, estilos de vida, ejercicio y salud. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer.

El desarrollo de alimentos saludables y planes de actividad física adaptados a cada edad supone una demanda social potentísima y un reto en favor de estilos de vida más sanos, pero también una oportunidad para las empresas que den una respuesta efectiva a las nuevas realidades sociales. Todo pasa por conocer las tendencias, problemáticas y necesidades de cada segmento de la población y saber dar una respuesta integral.

En los últimos años se ha producido una paulatina toma de conciencia sobre la importancia de mantener hábitos de vida saludables. El objetivo no es otro que conservar un nivel de salud adecuado a lo largo de la vida. Sin embargo, en los países desarrollados afrontamos enormes  retos. Estos están derivados por una nutrición a veces desequilibrada y por una tendencia a la disminución de la actividad física debido al aumento del sedentarismo.

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2011/2012, el 44,4% de la población mayor de 15 años (38,8% hombres y 49,8% mujeres) afirma que no hace ejercicio y que ocupa su tiempo de ocio de forma sedentaria, y además más de la mitad de la población adulta española tiene exceso de peso (obesidad 15.6% y sobrepeso el 37.8%).

Estas cifras son aún más preocupantes cuando hablamos de los niños y de personas mayores. En cuanto a los primeros, según la encuesta a la que hacíamos referencia, el exceso de peso afecta al 45,2% de la población infantil, mientras que el 12,1% de los niños entre 5 y 14 años confiesa no realizar actividad física alguna en su tiempo libre.

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida es un hecho. En la actualidad, en España aproximadamente el 14% de la población supera los 65 años, estimándose que este porcentaje alcanzará el 16% en el año 2020 y el 40% a mitad de siglo.

El envejecimiento poblacional lleva consigo una involución general de las capacidades físicas, que origina un deterioro del estado físico y una reducción de la funcionalidad personal. Al mismo tiempo que la movilidad se reduce, las necesidades nutricionales se modifican.

Demanda de alimentos saludables adaptados a los distintos grupos de población

La sociedad en general presenta una preocupación, cada vez más acentuada, por las posibles relaciones entre la alimentación y la salud. El consumidor está tomando consciencia de que los hábitos alimentarios son los principales aspectos no genéticos relacionados con la salud y que además presentan un importante papel en la prevención de enfermedades crónicas y relacionadas con la obesidad. Todas estas razones justifican la preferencia del consumidor por aquellos alimentos que considera beneficiosos para la salud.

No obstante, aunque las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de fomentar hábitos de vida saludables, y en los últimos años han estado realizando importantes esfuerzos en el lanzamiento de productos alimenticios saludables y productos orientados a mantener un estilo de vida más sano, la mayoría de los nuevos alimentos que se lanzan al mercado no se diseñan considerando las necesidades y requerimientos específicos de los distintos grupos poblacionales. Según Mintel, en Europa únicamente un 4% de los productos lanzados al mercado entre enero 2010 - diciembre 2014 estaban dirigidos a un grupo poblacional concreto.

El reto social obliga a pensar en la innovación y desarrollo de nuevos alimentos adaptados  a las necesidades de los diferentes  grupos de  población:

  • Alimentos saludables adaptados y/o enriquecidos para una aportación nutricional correcta y dietas equilibradas según las necesidades, de cara a la mejora o mantenimiento de la salud de los diferentes grupos de población.
  • Productos alimenticios que ayuden a reducir la prevalencia de patologías relacionadas con la obesidad.

Pero la oportunidad se hace extensiva a todos aquellos productos o servicios enfocados a la promoción de calidad de vida y los estilos de vida más saludables, la actividad física y su monitorización, adaptados a los diferentes grupos poblacionales en función de parámetros específicos como la edad, sexo, hábitos, ocio, etc.

El proyecto HAIVISA, una apuesta 360º en favor de estilos de vida más sanos y alimentos saludables adaptados

Los centros tecnológicos IBV, AINIA y AIJU colaboran en un proyecto de investigación aplicada cuyo objetivo es dotar a la industria de guías para el desarrollo de nuevos alimentos saludables adaptados y productos basados en la actividad física.  Todo ello, enfocado al desarrollo integral de productos y servicios para la  promoción de hábitos de vida saludables en la Comunidad Valenciana. El proyecto cuenta con el apoyo de IVACE y Fondos Feder a través del programa de I+D en colaboración entre Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana.

Como hemos visto, los grupos poblacionales son grupos de usuarios con necesidades diferenciadas. Este hecho marca la existencia de un mercado de consumidores que pueden responder positivamente ante productos y servicios adaptados. A raíz de ello, el proyecto HAIVISA pretende lograr una adecuada caracterización de los diferentes grupos de población. Para ello, se está trabajando con diferentes  grupos poblacionales asociados a todas las etapas de la vida: infantil, adulta y tercera edad. Se están analizando los escenarios óptimos  para la promoción de la salud en función de los estilos de vida y capacidades de cada franja de edad.

Así, se están analizando:

  • La percepción de su estado de salud y de ánimo
  • Actividades más practicadas en su tiempo libre (incluidos deportes), tipologías de ejercicios y de deportes, frecuencias y entornos
  • Su alimentación, tipo de cocción más empleado, dietas, tipologías de alimentos ingeridos y frecuencias de consumo
  • Empleo de nuevas tecnologías en para el consumo de alimentos y la práctica de actividad física
  • Motivaciones y frenos

Con esta valiosa información y el resto del trabajo realizado hasta ahora en el proyecto se están definiendo los requerimientos técnicos y de usuario para el planteamiento de una futura plataforma TIC, que serán utilizados de aquí al final del proyecto para desarrollar la propuesta de mayor valor para los sectores de la Comunitat Valenciana implicados.

Si usted está interesado en conocer más sobre este proyecto o en el desarrollo de alimentos saludables adaptados a grupos poblacionales, póngase en contacto con AINIA, podemos ayudarle.

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