David Martínez.- El control a tiempo real de los productos, la trazabilidad en los alimentos y su seguridad alimentaria en un mundo globalizado genera enormes cantidades de datos que requieren sistemas capaces de tratar y analizar estos datos. Además detectar potenciales riesgos o crisis, reforzar la seguridad alimentaria en el suministro de alimentos y reducir el riesgo de que los alimentos sean objeto de alteraciones es clave en la industria alimentaria, ¿cómo lo conseguimos?
Para ello contamos con sistemas de información que nos ayudan a manejar y analizar esta información, pero no es suficiente, además hay que anticiparse.
La capacidad de anticipación depende de la interpretación y correlación de muchos datos conectados entre sí, estableciendo patrones que permiten “descubrir” nuevo conocimiento. En este sentido, será posible predecir riesgos emergentes en alimentación e incluso detectar de manera temprana posibles crisis alimentarias. Y, en el caso de que se produzcan ser capaces de coordinar las acciones de forma adecuada, gracias a la obtención y análisis de todo este volumen de datos procedentes de muchas fuentes distintas.
Sin duda, el Big Data abre nuevas oportunidades para la previsión de riesgos emergentes alimentarios y el control a tiempo real de la trazabilidad alimentaria en Europa.
Vinculado con estos conceptos, estamos iniciando el desarrollo del proyecto europeo EDEN (End-user driven DEmo for cbrNe) junto a empresas tecnológicas como BAE Systems, EADS, Indra, y centros de investigación como Fraunhofer EMI. Estamos trabajando en la mejora de la prevención de los riesgos emergentes, en la detección de vulnerabilidades y en la coordinación de actuaciones en casos de crisis tanto alimentarias como químicas, biológicas, radiológicas o nucleares, a través de:
• La aplicación de métodos de evaluación de riesgos (vulnerabilidades)
• El desarrollo de tecnologías y sistemas de información interoperables
• La aplicación de dispositivos para la gestión de crisis y comunicación de alertas alimentarias
Además, para testar su correcto funcionamiento, coordinaremos las pruebas piloto de los sistemas desarrollados a nivel nacional en las etapas de distribución de los productos alimenticios, con la participación de empresas del sector.
Todo ello porque la alimentación es uno de los ejes primordiales de prevención en seguridad europea, debido principalmente al gran impacto social que puede suponer acciones malintencionadas y amenazas al suministro de alimentos.
Sin duda, el desarrollo de métodos y sistemas de prevención y actuación dirigidos a la industria alimentaria son clave para reducir el riesgo de que los alimentos que se produzcan en las instalaciones sean objeto de alteraciones, tanto malintencionadas como causadas por otras situaciones. ¿Y tú?, ¿cómo tratas los datos relacionados con tu negocio?
Artículos relacionados:
ainia participa en el consorcio de empresas tecnológicas para aumentar la seguridad global de Europa
Los 4 pasos para identificar los potenciales riesgos emergentes en la industria alimentaria
Análisis de alertas alimentarias en tiempo real a través de FoodAlert
AINIA (1723 artículos)