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Cristina Jodar Marco / 14 Septiembre 2016

Cómo innovar en función de las emociones del consumidor: El proceso de co-creación

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Existen cientos de ejemplos de productos que han fracasado por haber olvidado incluir el factor más importante en sus procesos de innovación, las emociones del consumidor.

  Con un análisis profesional de las preferencias de consumo de nuestro público objetivo, podremos descubrir sus motivaciones presentes, y sobre todo, futuras. Si las tenemos en cuenta en nuestro proceso de innovación y mejora continua, los productos o servicios resultantes aumentarán sus posibilidades de éxito de forma exponencial.
Las emociones del consumidor y la elección del producto
Innovar, mejorar, sorprender, satisfacer necesidades, conectar, fidelizar... seguramente estas palabras se encuentren entre los objetivos de muchas de las compañías. Marcas que dirigen sus nuevos productos a un consumidor cada vez más exigente e informado. Conocer el proceso irracional de compra, consumo y comportamiento de los consumidores es un reto para las empresas que desean crecer de una manera sostenible. Cuanto más nos acerquemos a productos que cumplan con lo que el consumidor realmente necesita, más oportunidades hay de tener éxito. La decisión de compra implica relaciones emocionales con el producto elegido. A diario recibimos multitud de estímulos, por lo que es imposible que nuestro cerebro sea capaz de retenerlos todos. El mecanismo, por el que rechazamos la información irrelevante para nosotros y retenemos la que sí lo es, pasa por crear vínculos emocionales. En conclusión, los consumidores almacenan la información en función de cómo ellos perciben el producto y no por su descripción objetiva. La parte emocional del cerebro es la que nos ayuda a realizar elecciones sencillas como elegir el menú en un restaurante o escoger un vestido. Medir la elección de compra de los consumidores es muy importante para las marcas, porque implica conocer qué  lleva al consumidor a elegir un producto en lugar de otro. El reto es ser capaz de identificar y medir las emociones. Sin embargo, no podemos preguntárselo directamente. El motivo es que muchas elecciones son inconscientes y no fruto de procesos racionales.
Metodologías para conocer y medir las emociones del consumidor
Para llegar a la parte más subjetiva existen técnicas y metodologías específicas, como por ejemplo el uso de técnicas proyectivas, orientadas a indagar en los sentimientos del consumidor hacia una marca o producto, así como comprender emociones y pensamientos que no es capaz de expresar a través de la palabra. Estas técnicas nos ayudan a comprender qué es lo que realmente siente y piensa el consumidor. El uso de técnicas proyectivas dentro de procesos de co-creación se convierte en una potente herramienta para descubrir los insights más profundos del consumidor y dotarles de sentido.  Investigamos el comportamiento del consumidor acercándonos a sus propios hogares, en su entorno real, sin modificar sus actitudes y gracias al empleo de técnicas no invasivas. Las plataformas digitales ayudan mucho en este tipo de investigación. El motivo es que permiten la interacción con el consumidor de manera longitudinal y asincrónica. Sin duda, una herramienta que nos ayuda a llegar a las emociones de los consumidores, comprenderlas mejor y analizar sus decisiones de compra y valoración de productos.  Con esta metodología podemos: • Proceder a la co-creación de nuevos productos cuando se precisa de reflexión con el consumidor. • Identificar y valorar soluciones novedosas que respondan a sus necesidades y cubran las expectativas del público objetivo. • Realizar estudios etnográficos: temas de hábitos, usabilidad, comportamiento, recetas, adaptación de nuevos productos en hogares, participación de niños, etc. • Investigación con públicos expertos. • Análisis de usos y actitudes en temáticas tabú. • Trabajar con poblaciones geográficamente diferentes.  Contar con esta posibilidad resulta imprescindible cuando se pretende diseñar un producto para un país diferente. En este caso, los hábitos de alimentación, costumbres y gustos son distintos. Por este motivo, esta metodología online posibilita llegar a varios países a la vez y co-crear con los consumidores. Tal y como explicábamos en el artículo: “Del “product focus” al “consumer focus”, ¿qué está cambiando en la innovación alimentaria?”, la tendencia está clara y está gestándose, cada vez con mayor peso, un ámbito nuevo de especialización en el ámbito de la investigación. Es un nuevo nicho de actividad que nace de la identificación de insights del consumidor y su integración con la investigación de mercado y el desarrollo de producto. Un buen análisis en las etapas iniciales del proceso de innovación marca el cambio de paradigma: La investigación de mercados va orientada hoy al conocimiento profundo de las necesidades de los consumidores para, a partir de ese conocimiento esencial: - Seleccionar las palancas de crecimiento propias,  - Entender las tendencias que se imponen,  - Valorar las oportunidades que se nos abren, - Identificar a nuestra competencia,  - Explotar el futuro. Si usted está interesado en conocer las emociones del consumidor y desarrollar un proceso de co-creación de producto, si busca evitar riesgos y maximizar sus posibilidades de éxito, en AINIA podemos ayudarle.
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