AINIA / 02 Mayo 2012

Cómo validar un nuevo alimento funcional: todas las claves de una alegación nutricional eficiente

El progresivo interés de los consumidores por la influencia de la dieta en la salud ha conducido a la industria agroalimentaria al diseño de nuevos productos e ingredientes con propiedades específicas, es decir que los alimentos no sólo tengan un valor nutritivo sino que además aporten un efecto beneficioso para la salud.

Los avances tecnológicos que se han producido en varias disciplinas científicas como la química fina, la farmacología, la tecnología de alimentos o la ingeniería química, han permitido que las empresas puedan dar respuesta a la demanda de este tipo de productos innovadores.

El desarrollo de estos nuevos productos alimenticios conlleva una serie de dificultades tales como la dosificación de estos nuevos ingredientes, el modo de incorporación a los alimentos o la alteración de sabores. En algunos casos las sustancias añadidas como ingredientes funcionales se pueden ver alteradas por las condiciones del entorno, perdiendo su funcionalidad, por oxidación de las sustancias activas, degradación por pH o temperatura, etc. La tecnología de microencapsulación puede ser de mucha utilidad en el desarrollo de estos ingredientes funcionales y los productos que los incorporan.

Por este motivo, para conseguir un verdadero éxito con estos alimentos es necesario que la información transmitida al consumidor responda sea exacta y basada en evidencias científicas. Es por ello necesario avanzar en el proceso de evaluación y autentificación del beneficio a la salud del alimento para que la información sobre los productos sea clara y no induzca a error o confusión. Por tanto, probar los efectos beneficiosos de los alimentos funcionales en la salud mediante evidencias científico-técnicas es una necesidad. Esta validación funcional se puede determinar mediante la realización de estudios para la determinación de la capacidad biológica del producto funcional in vitro e in vivo, utilizando tanto cultivos celulares, como modelos animales y ensayos clínicos.

La industria tiene el reto de garantizar que esos compuestos son estables en el proceso de la digestión, son biodisponibles en el intestino y producen un efecto beneficioso para el organismo. Con el método in vitro del Digestor Dinámico podemos comprobar cómo los ingredientes funcionales (omega3, probióticos, fibras,…) o compuestos bioactivos (polifenoles, vitaminas, minerales…) que contienen los alimentos funcionales llegan intactos al intestino, sin sufrir modificaciones o degradaciones por la acción del pH ácido del estómago, de las enzimas digestivas y de la billis.

La validación funcional del nuevo producto se puede determinar mediante la realización de estudios para la determinación de la capacidad biológica del producto funcional in vitro e in vivo, utilizando tanto cultivos celulares y ensayos clínicos.

Los métodos in vitro ayudan a estimar el porcentaje del ingrediente capaz de causar un efecto beneficioso. Por ello, el estudio del efecto fisiológico del alimento saludable, puede llevarse a cabo en primer lugar mediante la realización de ensayos in vitro en los que se selecciona como sistema biológico objeto de estudio una línea celular específica del efecto beneficioso identificado, evaluando la influencia del producto sobre la aparición de marcadores moleculares asociados a la activación de dichas células.

¿Cómo se presenta una alegación nutricional?
La puesta en el mercado de un denominado “producto funcional” innovador, se relaciona directamente con los requerimientos establecidos en el Reglamento 1924/2006, sobre alegaciones nutricionales y declaraciones de propiedades saludables. A partir de la regulación comunitaria se desencadena el procedimiento para la aprobación de los “health claims” por parte de la Comisión Europea (previo informe de la EFSA). Las solicitudes de autorización de declaraciones específicas sobre propiedades saludables deben prepararse y presentarse siguiendo unos criterios administrativos, jurídicos, técnicos y científicos muy exigentes.

Desde 2006, la industria alimentaria que han desarrollado las actividades vinculadas con los “health claims” han obtenido una ventaja competitiva en el ámbito de los denominados “productos funcionales”.

Si quieres saber acerca de cómo desarrollar y validar un nuevo producto innovador, o cómo se tramita una alegación nutricional, conocer su marco legal o qué tecnologías se usan para evaluar la biodisponibilidad y la funcionalidad de un alimento, puedes inscribirte en la Jornada del 9 de mayo en ainia sobre “Alimentación funcional vs Evidencias Científicas”.

Artículos relacionados:

-¿Cómo testar y garantizar el efecto beneficioso de los ingredientes saludables de los productos?

-¿Hasta qué punto son efectivos los alimentos funcionales? El Digestor In Vitro tiene la respuesta

 

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