Las vacaciones y el cambio de hábitos pueden provocar un menor control de los alimentos que ingieren los consumidores, lo que puede ocasionar un mayor número de reacciones alérgicas alimentarias. Mediante técnicas como el control inmunológico o el material genético se pueden realizar análisis rigurosos de alérgenos en materias primas y productos, antes de que lleguen a los consumidores, que ayuden a evitar complicaciones para la salud. La OMS identifica más de 70 alimentos causantes de alergias alimentarias. Los alimentos implicados en las reacciones más graves son: los cereales con gluten, los crustáceos, los huevos, la leche, el pescado, los cacahuetes, la soja y los frutos secos.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), siete de cada diez reacciones a alimentos se producen fuera del domicilio. Estos datos son especialmente relevantes en la época estival para aquellos que sufren una alergia o intolerancia alimentaria, puesto que los cambios de rutinas y hábitos pueden provocar que los consumidores bajen el nivel de vigilancia sobre lo que se ingiere.
Por eso los especialistas recomiendan que se mantenga el nivel de alerta en verano y se continúen controlando todos los ingredientes de los productos que se consumen. Es fundamental no hacer conjeturas y comprobar meticulosamente los ingredientes que componen cualquier producto alimenticio antes de ingerirlo.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica más de 70 alimentos causantes de alergias alimentarias. Los alimentos implicados en las reacciones más graves son: los cereales con gluten, los crustáceos, los huevos, la leche, el pescado, los cacahuetes, la soja y los frutos secos.
Para los afectados, un 4% de los adultos y un 8% de los niños según datos de la OMS, la única forma de evitar las alergias alimentarias es no consumir los alimentos que las causan. En este sentido, una correcta identificación y detección de alérgenos es uno de los mayores desafíos de la industria alimentaria.
Para poder cumplir con este reto de una manera precisa es imprescindible llevar a cabo medidas de prevención y análisis rigurosos, tanto en los alimentos como en las instalaciones de producción y almacenaje de materias primas, antes de que los productos lleguen al consumidor. Los más utilizados son el método de control inmunológico (ELISA) o los basados en el reconocimiento del material genético (PCR).
Entre los métodos más innovadores, los laboratorios de AINIA, AINIALAB, están desarrollando técnicas analíticas de biología molecular más sensibles, capaces de reconocer en menos tiempo sustancias alergénicas (proteínas de soja y leche, lactosa y huevo) y patógenos.
Estos métodos deben ser convenientemente acreditados por entidades especializadas. En este sentido, AINIALAB han sido acreditados recientemente por ENAC en control de alérgenos, añadiendo a la acreditación de gluten, los ensayos relativos a la detección de proteína de soja, huevo y leche. Los laboratorios de AINIA están homologados por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) para el control de gluten en los alimentos.
Además, AINIALAB cuenta con la acreditación ENAC y el reconocimiento de la Asociación de Intolerantes a la Lactosa (ADILAC), para los ensayos de detección de lactosa, responsable de muchos casos de intolerancia alimentaria.
AINIA es miembro de la red ENAC-ILAC MRA, una red a la que pertenecen las entidades de acreditación de 70 países, entre los que se encuentran todos los miembros de la Unión Europea, de la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio), EEUU, Canadá, Japón, China, Australia, Brasil e India, entre otros.
El pasado año los laboratorios de AINIA, AINIALAB, prestaron sus servicios a 720 empresas y realizaron 240.000 ensayos para el control principalmente, de alimentos y bebidas.
Vanessa Garzón (8 artículos)