Todos conocemos las etiquetas adhesivas que están adheridas a ciertas frutas y que, en muchos casos, son difíciles de quitar. Bien, es posible que de forma gradual empecemos a ver serigrafiadas algunas frutas. Y es que, el pasado mes de junio se autorizó por parte de la Unión Europea grabar con láser de dióxido de carbono información en la superficie de la fruta fresca.
“tinta” a base de aditivos autorizados
La nueva reglamentación permite la utilización de aditivos para marcar cítricos, melones y granadas. Los autorizados son: óxidos e hidróxidos de hierro, hidroxipropil-metil-celulosa y polisorbatos.
Veamos al detalle estos aditivos y su función:
• óxidos e hidróxidos de hierro (E 172) actúan como potenciadores del contraste. Aportan un contraste suficiente de las zonas marcadas con respecto al resto de la superficie de la fruta
• hidroxipropil-metil-celulosa (E 464) funcionan como agente de recubrimiento para marcar indeleblemente determinadas frutas. Forma una fina película protectora de las zonas marcadas
• polisorbatos (E 432-436) actúan como emulgente en el preparado del potenciador del contraste para mejorar el contraste y permitir el marcado indeleble de determinadas frutas. Garantizan la dispersión homogénea del preparado de aditivos alimentarios en las zonas marcadas de los productos alimenticios
Una de las ventajas de esta nueva forma de etiquetar la fruta es que evitará la pérdida de información, lo que ocurre con cierta frecuencia con las etiquetas adhesivas de papel, que en muchos casos se despegaban del producto en la etapa del transporte, en el manipulado del producto, en el propio almacenaje o en las tiendas. También podrá evitar posibles manipulaciones de la información, como el cambio de una etiqueta por otra que no corresponda a la pieza de fruta, o evitar aquellas etiquetas defectuosas.
De esta manera, el consumidor podrá tener garantizada información como la marca del producto, el código de barras, el origen o quizá incluso los códigos QR. Por otro lado, al estar impresas en la propia piel del producto no se podrá alterar la información, por lo que se permitirá también garantizar una información más veraz, no solo al consumidor, sino también en el proceso de su comercialización. Se trata de una iniciativa interesante que también posibilita ventajas para el sector alimentario y oportunidades para la I+D+i.
AINIA (1423 artículos)