El hidrógeno es considerado como posible combustible del futuro ya que no genera emisiones contaminantes durante su combustión. La producción sostenible de hidrógeno por vía biológica (bio-hidrógeno), está siendo en la actualidad un área de investigación emergente a nivel mundial por sus ventajas significativas respecto a la utilización de recursos y energía en comparación con la producción de hidrógeno por la vía convencional, que supone el consumo de energía fósil. Los resultados obtenidos hasta la fecha, muestran que puede ser una alternativa competitiva y aplicable a escala industrial en los próximos años de forma similar a como ya lo es la generación de biogás.
ainia centro tecnológico investigará el desarrollo de un nuevo proceso sostenible para obtener bio-hidrógeno y biogás en una misma instalación agroindustrial. Para ello, el proyecto aborda la investigación de un nuevo proceso fermentativo anaerobio en doble etapa para su obtención a partir de residuos orgánicos agroalimentarios.
Según Begoña Ruiz, del Departamento de Calidad y Medio Ambiente de ainia, “trataremos de aplicar un proceso basado en la fermentación oscura, proceso que permite obtener hidrógeno a partir de la materia orgánica, gracias a la separación de las fases de la digestión anaerobia tradicional. En las primeras etapas de la digestión (hidrólisis) se genera hidrógeno que, cuando la digestión anaerobia sucede en una sola fase, es consumido en las etapas finales de la digestión (metanogénesis). Al separar las etapas en volúmenes diferentes, es posible obtener el hidrógeno por una parte y el metano por otra. El proceso se puede aplicar a una gran variedad de residuos orgánicos agroalimentarios mediante sistemas fácilmente manejables a nivel agroindustrial”.
Ruiz indica que “los residuos más indicados para la producción de biohidrógeno son aquellos ricos en carbohidratos y pobres en lignina, los más comunes dentro de la actividad agroindustrial, y los habitualmente utilizados en instalaciones de biogás.” Por ejemplo, los residuos obtenidos en las industrias de procesado de vegetales, o restos de la elaboración de pan, galletas, pastas, etc. Otros subproductos aptos serían los generados en las industrias cárnicas o las que procesan productos pesqueros.
Por ello, el proyecto, que lleva por nombre DIANA, plantea separar la digestión anaerobia en dos fases: la hidrólisis o fermentación oscura, donde se genera hidrógeno, y la metanogénesis donde se genera metano. Estas dos fases se acoplan en serie de forma que a partir de unos mismos residuos y en una misma instalación es posible generar bio-hidrogeno y biogás de forma totalmente sostenible, viable y con menor coste.
El proyecto, apoyado por el IMPIVA y los fondos FEDER, incluye además la investigación del nuevo proceso, realizar un estudio específico sobre sus posibilidades de aplicación en la Comunidad Valenciana incidiendo en el potencial disponible de sus residuos orgánicos agroalimentarios.
AINIA (1723 artículos)