Recientemente se han publicado los resultados del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria (PNCOCA) correspondiente al año 2019. En el artículo comentamos algunos de los datos obtenidos, en particular los relativos al programa de control sobre la información de alimentos y materiales en contacto con los alimentos entregados al consumidor final.
Antes de entrar al detalle del programa sobre información de alimentos, algunos datos que hay que valorar son los siguientes:
Además de los datos que con carácter general nos aporta el informe de 2019 también hemos analizado la información relativa al programa específico sobre la información de alimentos y materiales en contacto con los alimentos entregados al consumidor final. El objetivo general de este programa es la reducción de riesgos derivados de una incorrecta información de alimentos y materiales en contacto con los alimentos entregados al consumidor final.
Las categorías de incumplimientos analizadas en el programa son:
Considerando las seis áreas de control se realizaron casi 130.000 inspecciones de las que se derivaron 17.294 incumplimientos. En particular debemos poner más atención en las categorías de alérgenos y la de la información obligatoria del etiquetado, que como podemos ver en el gráfico son las que presentan un mayor porcentaje de los incumplimientos.
Como consecuencia de las inspecciones realizadas las principales medidas tomadas son los requerimientos de corrección que a priori no conllevan una sanción, pero si tienen un coste económico para el operador alimentario que debe corregir el etiquetado de su producto, la apertura de expediente que en su caso además del coste económico si es necesario modificar la información del alimento, también traerá consigo una sanción económica y los gastos derivados del asesoramiento jurídico necesario.
En menor número vemos que se han dado medidas de alto impacto como la suspensión de actividad, las alertas o retiradas del mercado. Estas medidas no son frecuentes, pero si tienen consecuencias muy graves para aquellos operadores que las reciben.
Por nuestra experiencia en este ámbito, la mejor medida es la prevención de los posibles errores derivados de la incorrecta aplicación de la legislación alimentaria. En este punto nuestra recomendación es de revisar o auditar desde el punto de vista legal toda la información de los alimentos con carácter previo a su salida al mercado y especialmente cada vez que se hace un nuevo etiquetado o se actualiza la información que tiene. Esta actuación tiene un enfoque proactivo, que es lo deseable, ahora bien, si no hemos llegado a tiempo y se ha producido la inspección hay que afrontar la situación con el adecuado asesoramiento jurídico para minimizar el impacto del posible expediente.
Si necesita un asesoramiento legal sobre estos temas en AINIA contamos con un equipo de especialistas que pueden ayudarle a resolver cuestiones vinculadas con el etiquetado de los alimentos y también con el asesoramiento jurídico ante posibles expedientes. También puede comentar este artículo en el grupo de legislación alimentaria en LinkedIn.
José María Ferrer (348 artículos)