La incidencia de notificaciones de alérgenos recogidas por en RASFF en los últimos años ha sufrido un importante aumento. Este aumento se debe fundamentalmente a la presión de control durante los años previos a la publicación del Reglamento 1169/2011 y posteriores. En el artículo analizamos la evolución de estas notificaciones y hacemos un breve análisis de los métodos de control de alérgenos más comunes en los laboratorios de alimentos.
Tal y como podemos leer en la información sobre alérgenos alimentarios publicada por AECOSAN, la mayoría de las personas pueden comer una gran variedad de alimentos sin problemas. No obstante, en un pequeño porcentaje de la población determinados alimentos o componentes de los mismos pueden provocar reacciones adversas (alergias e intolerancias alimentarias). Las personas con alergias graves deben ser extremadamente cuidadosas con los alimentos que consumen.
La mayoría de alergias alimentarias están asociadas al consumo de un grupo reducido de alimentos. Las sustancias o productos que causan alergias e intolerancias y sobre cuya presencia en los alimentos deberá informarse (anexo II Reglamento 1169/2011, en su propósito de perseguir un alto nivel de protección de la salud de los consumidores y garantizar su derecho a la información para que los consumidores tomen decisiones con conocimiento de causa), son:
La incidencia de notificaciones recogidas por en RASFF en los últimos años ha sufrido un importante aumento. Cabe destacar que este aumento no parece que se deba tanto a un aumento de la incidencia de la presencia de éstos en alimentos en los que no se han declarado como del aumento en la presión de control durante los años previos a la publicación del Reglamento 1169/2011 y posteriores. Podemos comprobar este hecho en la gráfica extraída del Informe Anual RASSFF 2015 (último publicado).
Fuente: RASFF
Estos datos ponen de relevancia la importancia que para las industrias del sector alimentario tiene realizar una correcta gestión de alérgenos y garantizar la ausencia de aquellos que no se han declarado en la etiqueta.
Esta gestión requiere por un lado de medidas de prevención (separación de líneas en su caso, gestión de proveedores, realización de limpiezas adecuadas entre fabricaciones, sectorización, etc.), sin olvidar el necesario control analítico de materias primas y productos terminados.
Los métodos de control de alérgenos difieren de unos a otros. Los más comunes son los métodos inmunológicos (ELISA) o basados en el reconocimiento del material genético (PCR).
Los laboratorios de AINIA disponen de técnicas acreditadas por ENAC para la detección de:
Fuente: RASFF
AINIA también dispone de método acreditado para el control de lactosa que, aunque no es un alérgeno, es una intolerancia alimentaria habitual. En este caso, además, somos un laboratorio reconocido por ADILAC (Asociación de intolerantes a la lactosa).
Si necesita un laboratorio de control de alimentos especializado en el control de alérgenos, llámenos, podemos ayudarle.
Roberto Ortuño (78 artículos)