La semana pasada estuvimos visitando la principal feria anual de cosmética (In Cosmetics 2018) que este año se ha celebrado en Amsterdam. En la feria exponen sus productos 800 empresas y se reúnen, según la organización, 9.000 fabricantes de todo el mundo. Todo ello acompañado de una zona de innovación con más de 100 nuevas referencias, un “make up bar” y un “sensory bar” donde ver y conocer novedades de primera mano, hacen de la feria una visita obligada para las empresas del sector. En el artículo aportamos nuestro análisis sobre lo visto.
El aforo de público fue notable, no en vano el mercado lleva una tendencia al alza y según diferentes referencias lleva varios años con un crecimiento en torno al 4% anual. A la vista de los stands visitados, si en algo se ha visto que coinciden desde las grandes multinacionales hasta las pymes es en un enfoque de producto completamente natural. Toda la industria cosmética está girando en torno a productos naturales y orgánicos, con especial atención al origen del producto y a la calidad de sus ingredientes. Palabras como natural, eco, ético, sostenible, limpio, puro, simple, reutilización, comunicación, …. son ejemplos de los argumentos más empleados en los expositores de grandes empresas que marcan tendencia.
Además, las grandes compañías, así como empresas que buscan un hueco en el mercado, hacen también gala de sus políticas éticas en lo referente a sostenibilidad, origen y forma de cultivo de sus materias primas naturales, e incluso aprovechamiento integral de las mismas como por ejemplo el uso del aceite de germen de trigo, de café, o de nueces o semillas originarias de Sudáfrica o Sudamérica (marula, baobab, kakai) como ingrediente de productos cosméticos o per se por propiedades antinflamatorias, hidratantes, nutrientes o reparadores y el aprovechamiento del resto de producto desgrasado como emoliente.
Estos productos naturales y funcionales son una realidad gracias a una serie de tecnologías que posibilitan su elaboración y evaluación. Entre estas, por ejemplo:
Desde AINIA, seguimos innovando en el desarrollo de algunas de estas tecnologías con el objetivo de dar respuesta al mercado y acceso a las mismas a las empresas, estando comprometidos con la innovación de manera colaborativa y sostenible. Algunos ejemplos recientes de nuestra actividad en este sentido son la obtención de ingredientes naturales con actividad antienvejecimiento de aplicación alimentaria y cosmética o nutricosmética dentro del proyecto NUDACE, o la obtención de extractos activos a partir de microalgas mediante procesos limpios que emplean como único agente el CO2 a presión dentro del proyecto A4HW.
Miguel García (18 artículos)