Así se señalaba en el Congreso Internacional de la Global Food Safety Iniciative, donde el “Big Data” fue definido como una de las tres tecnologías fundamentales para el futuro de la seguridad alimentaria y que resumimos en el artículo “3 tecnologías que van a marcar el futuro de la seguridad alimentaria, conclusiones del GFSC2016”. También contemplamos el potencial de esta herramienta para la industria alimentaria en el artículo “Big Data: ¿Es posible predecir los riesgos emergentes en alimentación?” que le invitamos a leer.
Pero, ¿cómo podría ayudar el “Big data” en relación al seguimiento y control de las materias primas?
Las empresas alimentarias se mueven en un contexto global, con una cadena de suministros descentralizada y al mismo tiempo tremendamente atomizada: productores de materias primas de distintos niveles, proveedores de ingredientes, otros proveedores indirectos... Cada uno de ellos tiene un impacto sobre la producción del alimento elaborado final.
De la selección de las materias primas dependerá la calidad del producto elaborado, su sabor, textura y aceptación del consumidor. Pero también su precio, seguridad, propiedades nutricionales, procesos de conservación y envasado… De cómo se gestione el proceso de selección, compra, abastecimiento, logística, control… de estas materias primas depende en un porcentaje elevado el éxito del producto final. Pero, en relación con las materias primas, hoy se perfilan nuevos retos como son:
Por tanto, se hace necesario gestionar el impacto combinado de todas las organizaciones involucradas en los procesos de gestión de materias primas. Las TICs posibilitan hoy herramientas capaces de administrar amplios volúmenes de datos y ayudarnos a ser anticipatorios en la toma de decisiones, minimizando riesgos.
Algunas empresas ya han implantado las nuevas tecnologías de la información en la gestión de sus cadenas de suministros. Se trata de herramientas colaborativas e interconectadas en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de valor:
Para conocer algunas de estas herramientas, le recomendamos la lectura de los artículos “Big Data y semántica para la búsqueda de información sobre mercados internacionales” y “Minería de datos: Cómo procesamos toda la información de mercado que está a nuestro alcance”.
• Soluciones tecnológicas para la identificación y monitorización de factores de riesgo inherentes a la cadena productiva, pero también los procedentes del entorno.
• Algoritmos que nos permitan evaluar el impacto de los factores de riesgo en relación al estado de la cadena de suministro y producción, proveyendo un soporte una toma de decisiones más ágil y efectiva.
• Tecnología capaz, tanto de sincronizar operaciones, como del intercambio colaborativo de información del producto y del proceso en tiempo real y entre todos los eslabones de la cadena de suministro de materias primas.
• Accesibilidad móvil y multi-dispositivo. Así, las personas encargadas de la toma de decisiones pueden tener acceso a la información en cualquier situación y desde cualquier dispositivo.
Así pues, el “Big Data” permite una mejor gestión de la cadena de suministro, lo que provoca una reducción de costes, el aumento de los márgenes y el crecimiento de los beneficios económicos. Por descontado, un control de la trazabilidad, la calidad y la seguridad alimentaria.
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