Desde el control biológico de plagas y el desarrollo de una agricultura más sostenible, al desarrollo de ingredientes y alimentos enriquecidos, pasando por la personalización de productos alimenticios como vinos, cervezas o quesos. En el artículo analizamos por qué la biotecnología está llamada a ser una de las tecnologías disruptivas del siglo XXI y enumeramos las principales líneas de trabajo en AINIA.
Por biotecnología entendemos “Toda aplicación tecnológica que utilice sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para la creación o modificación”. Su ámbito de aplicación es inmenso y su papel es clave para buscar soluciones sostenibles a los desafíos que se presentan en el presente y futuro del sector de alimentación y bebidas. Convirtiéndose en la aliada perfecta para aquellas empresas que quieran responder a las tendencias de consumo ofertando productos saludables, naturales, sostenibles y con un perfil organoléptico diferenciado.
Implica aprovechar el espectacular desarrollo acaecido en la segunda mitad del siglo XX en el campo de la microbiología, la ingeniería genética y la biología molecular para innovar en el desarrollo de productos (alimentos, fármacos, cosméticos, productos para el campo, materiales…) más sostenibles, saludables, seguros y con menos impacto medioambiental.
El indiscutible impacto de la biotecnología en la mejora de la calidad de vida se refleja cada vez más en la economía, convirtiéndose en uno de los motores de crecimiento global, reflejado no solo en el aumento de empresas que aprovechan sus oportunidades, sino también en los beneficios generados por ellas y su impacto.
Un ejemplo de las enormes posibilidades que existen para el desarrollo de la biotecnología es el sector agroalimentario. En esta línea, se está trabajando en la mejora de procesos fermentativos tradicionales a través de la optimización de bioprocesos, o el desarrollo de cultivos iniciadores (starters) con funcionalidades específicas para la mejora o la personalización de producto.
Desde el punto de vista del uso de microorganismos para sintetizar moléculas de interés o bioproductos, hay un campo de futuro en la ingeniería genética, incorporando aplicaciones en todos los sectores, no solo el agroalimentario.
En este sentido, se está avanzando en el campo de la biotecnología industrial o microbiana, que consiste en el empleo de microorganismos (modificados o no) como “biofactorías” o “microfábricas” para obtener productos variados como enzimas, bioplásticos, pigmentos, ácidos orgánicos o antibióticos. A los interesados en el tema, le sugerimos la lectura del artículo: “Biofactorías, ¿el futuro de la biotecnología industrial?”
Si el microorganismo es el producto final que buscamos, el primer paso es evaluar su funcionalidad. Así, en AINIA hemos puesto a punto novedosas metodologías para el aislamiento de microorganismos con funcionalidades concretas, como puede ser la capacidad bioestimulante, probiótica o nematicida (capacidad para eliminar parásitos de plantas), entre otras.
La biotecnología también está presente en las herramientas de diagnóstico en el campo de la alimentación y la salud, para realizar estudios de efectos saludables y terapéuticos: antiinflamatorios, antioxidantes, antitumorales… También está avanzando rápidamente en las aplicaciones en calidad y seguridad alimentaria, la detección, identificación y caracterización de microorganismos patógenos, alterantes, etc., donde contamos con herramientas cada vez más potentes y rápidas.
La biotecnología aplicada a las nuevas tecnologías ambientales como la depuración biológica avanzada de aguas; la producción de biogás o biometano mediante digestión anaerobia, el desarrollo de nuevos bioproductos a partir de desechos orgánicos o la biodegradación de polímeros, entre otros, es otro campo de avance importantísimo en el ámbito de la bioeconomía.
La biotecnología tiene un aliado muy importante en las tecnologías digitales. El tratamiento masivo de datos genéticos con tecnologías computacionales de altas prestaciones y la posibilidad de aplicar algoritmos de inteligencia artificial a estas secuencias de datos abre un nuevo escenario para el desarrollo de nuevos servicios industriales aplicados.
Por otra parte, estamos en un momento de eclosión de la digitalización empresarial y el emprendimiento en el ámbito digital. Emprender digitalmente tiene unas características singulares respecto a otra tipología de negocios, pero estas diferencias son todavía más acusadas si el sector al que se dirigen estos negocios es algunos de los sectores de la bioeconomía (agroalimentación, biotecnología…). Estos sectores tienen sus propias tendencias y fuerzas que determinarán el éxito o fracaso de estas iniciativas emprendedoras.
La biotecnología ha sido una de las apuestas tecnológicas más claras de AINIA en sus 30 años de historia. Contamos con know how propio, experiencia demostrable e instalaciones industriales equipadas al máximo nivel para abordar proyectos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación en el campo de la biotecnología en los ámbitos de:
Begoña Ruiz (16 artículos)