El aumento de la población y la escasez de los recursos hacen necesario un cambio de paradigma, del concepto “producir-usar-tirar” a un sistema sostenible y competitivo en el que se haga un uso eficiente de los recursos. Esto se conocer como economía circular, la cual persigue mantener los materiales, productos y recursos el máximo tiempo posible en la economía con el fin de minimizar la generación de residuos, los consumos energéticos y de agua, al tiempo que se evitan daños contra el medioambiente.
El plan sobre Economía Circular de la Comisión Europea, persigue la creación de una economía sostenible, limpia y competitiva que aporte beneficios la industria y la sociedad. Los objetivos marcados en este plan están alineados con la Agenda de Desarrollo Sostenible para 2030 de las Naciones Unidas, en particular con el objetivo 12, “Producción y consumo sostenible”.
Tal y como se muestra en la siguiente figura, este concepto se basa en tres principios, la preservación de las fuentes materias primas finitas, la optimización de las fuentes reciclando los productos manteniéndolos el máximo tiempo en el sistema y la minimización del impacto sobre el entorno.
Imagen 1: The Circular Economy: Principles and Benefits. The circular economy is an industrial system that is restorative and regenerative by design. It rests on three main principles: preserving and enhancing natural capital, optimizing resource yields and fostering system effectiveness. Fuente: World Economic Forum.
En la economía circular intervienen diferentes actores:
- Las autoridades, a todos los niveles, responsables de diseñar acciones que impulsen la transición hacia la economía más sostenible a través de un marco legal adecuado, financiación que apoye iniciativas innovadoras y transmisión de información a todos los agentes de la cadena de valor.
El pasado mes de noviembre, el MINECO aprobó el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR) 2016-2022, el cual establece las líneas las líneas estratégicas y las medidas para avanzar en lo relativo a la economía circular e impulsar la preparación para la reutilización y el reciclado.
- Tejido empresarial, agente clave en la selección de materias primas, pasando por el diseño del proceso del producto (más duradero o más fácil de reparar y con materiales reciclados) y de los sistemas de producción (incluido el envase) así como en los procesos de gestión de los subproductos y efluentes.
El Clúster de Cambio Climático, coordinado por FORETICA tiene como objetivo servir de punto de encuentro empresarial en liderazgo, conocimiento, intercambio y diálogo en esta materia. 29 empresas líderes en mercado forman parte de esta iniciativa.
- El consumidor, cuya decisión de compra influye directamente en la economía circular. Es necesario tener en cuenta el factor precio y la información transmitida sobre los procesos, la vida útil de los productos o modelos de consumo más eficientes.
En su planteamiento para cerrar el círculo fomentando la economía circular, la Comisión Europea determina 5 áreas prioritarias entre las que destacamos los plásticos, los residuos alimentarios y la biomasa y los bioproductos.
¿Cómo se gestionan actualmente los envases plásticos?
Dada la funcionalidad que aportan y su bajo costes, los plásticos son un factor clave de la economía moderna. El consumo de estos materiales ha aumentado veinte veces el pasado medio siglo (debido en parte al cambio de los estilos de vida de los consumidores), y se espera que se duplique en los próximos 20 años. Sin embargo, la inapropiada gestión tras su primer uso supone enormes pérdidas económicas y un elevado impacto ambiental.
Según el informe elaborado por Plastic Europe en 2015, el uso que se da a los materiales plásticos tras su uso se distribuye en: vertedero (30.8%), reciclaje (29.7%) y recuperación energética (39.5%), lo que muestra que hay camino por recorrer en lo que a una gestión sostenible se refiere. En este informe se baja al detalle y se analiza país a país; en aquellos en los que la normativa prohíbe la deposición en vertedero, los ratios de reciclaje y recuperación energética son mucho más elevados (es el caso de Suecia, Holanda o Alemania).
Según datos este informe, las 8 toneladas de residuos generados en 2014 suponen el empleo de 100 millones de barriles de petróleo tal y como se muestra en la figura.
Imagen 2: Plastics – the Facts 2015. Fuente: Plastics Europe
Entre los principales objetivos de la iniciativa de la Comisión Europea sobre economía circular en el horizonte temporal 2030, se encuentra alcanzar el 75% del reciclaje del los residuos de envasado, la reducción de la deposición en vertedero hasta suponer como máximo un 10% de los residuos y la prohibición de disponer en vertedero residuos recogidos de forma separada.
Por su parte, el PEMAR en España, apuesta por la recogida separada y aplicar el principio de jerarquía de los residuos para reducir la eliminación de los mismos y fomentando de esta forma la reutilización, el reciclado y otras formas de valorización.
En la pasada conferencia anual del World Economic Forum en Davos, se prestó especial atención a la gestión de los materiales plásticos y su impacto medioambiental, sobre todo en el ecosistema marino, evidenciándose así la necesidad de gestionar mejor los envases plásticos. Durante una de las sesiones, se comentaron los principales resultados de la publicación “The New Plastics Economy Rethinking the future of plastics” elaborada por la propia organización.
En España, ECOEMBES (entidad sin ánimo de lucro) se dedica a la recuperación de envases. Entre las acciones que desarrolla se encuentra el fomento de la separación de residuos. A nivel Europeo, PRO EUROPE (Packaging Recovery Organization Europe), organización responsable de la recuperación de residuos de envases y esquemas de reciclaje, relativos al uso de la marca “punto verde” que estamos acostumbrados a ver en los envases.
Las iniciativas que derivan del planteamiento de la Comisión Europea y del World Economic Forum son diversas y van dirigidas a la optimización del uso de envases plásticos así como su reutilización, reciclado y recuperación energética.
¿Reciclamos, reutilizamos o nos reinventamos?
Entre iniciativas planteadas, se encuentra la optimización de los sistemas de recogida y clasificación, intentando desviar los plásticos reciclables de los vertederos e incineración hacia el reciclado. Las tecnologías ópticas basadas en el infrarrojo cercano (NIR) permiten la identificación automática de cada tipo de polímero, facilitando una separación más precisa.
Otra alternativa se basa en el uso de marcadores químicos (tintas por ejemplo) capaces de ser detectadas por un sistema de separación. En este sentido, el proyecto Polymark tiene como objetivo el desarrollo de marcadores que recojan información relativa a la estructura y propiedades del envase plástico así como sistemas de identificación que puedan detectar y descodificar estos marcadores.
Esta iniciativa está muy relacionada con la prevención en origen, es decir el diseño de envases que garantice una reducción de peso y uso de materiales más sostenibles.
La reutilización de los envases plásticos es una de las alternativas, aunque es necesario tener en cuenta las limitaciones legales de aplicación en cada sector.
En cuanto a los materiales plásticos, los bioplásticos contribuyen a los objetivos de la economía circula, en algunos casos por su capacidad para ser biodegradados y en otras porque la materia prima son subproductos de otras industrias. El cluster European Bioplastics representa la industria de los bioplasticos Europea. Este sector tiene la capacidad para desarrollar soluciones tecnológicas innovadoras y alinear los objetivos industriales con la sostenibilidad ambiental.
El proyecto PHBOTTLE persigue el desarrollo de nuevos envases 100% biodegradables y con propiedades antioxidantes a partir de las aguas residuales de la industria del zumo. Los envases desarrollados se emplearán en la industria del zumo, cerrando de esta forma el ciclo. Por otra parte, el proyecto WHEYPACK se centra en la obtención de envases plásticos en Polihidroxibutirato (PHB) a partir de suero lácteo.
El reto en innovación viene en el desarrollo de materiales que siendo de origen orgánico (bioplásticos) sean al mismo tiempo reciclables y que tengan la misma funcionalidad que los envases tradicionales.
Es el momento de actuar
Aunque por el momento parece que las principales barreras con las que se encuentra la industria son la financiación y la falta de información, la Comisión está facilitando su superación mediante líneas de apoyo a la I+D y foros de consulta.
En el marco de H2020, la Comisión ha lanzado ayudas dirigidas al fomento de las tecnologías y soluciones que apoyen la economía circular. Algunos ejemplos son el desarrollo de nuevas funcionalidades a través de los procesos de fabricación de superficies avanzadas para la producción en masa, y la integración de tecnologías no convencionales para el procesamiento de multimateriales en sistemas productivos.
Por otra parte, el proyecto GreenEcoNet financiado por la comisión en el 7ª programa marco de I+D, proporciona a la industria apoyo en la transición hacia la economía circular. La plataforma desarrollada permite el networking y la transferencia de buenas prácticas.
Siendo así, podemos concluir que dado el avance en las tecnologías (desde el punto de vista de la generación de biopolímeros y materiales biodegradables, así como en la tecnología relacionada con la gestión de los residuos) y los cambios regulatorios y la mayor consciencia de la sociedad, es el momento de plantearse el rediseño de los envases que actualmente estamos empleando.
Ventaja competitiva, mejora de la imagen de marca y rentabilidad de los subproductos
Aunque las iniciativas relativas a la economía circular no tienen, en general, un retorno inmediato en la cuenta de explotación y por tanto no son consideras por el tejido empresarial como una prioridad, desde nuestro punto de vista es un planteamiento a tener en cuenta a medio/ largo plazo.
Muchas grandes empresas están centrando sus esfuerzos en minimizar el impacto medioambiental a través de envases biodegradables, lo que les está posicionando en el mercado como entidades más “verdes”, aspecto cada vez más valorado por el consumidor.
Participar en redes de conocimiento y clusters que nos mantengan al corriente de los cambios legislativos y las oportunidades del entorno, aprovechar las ayudas que la Comisión Europea facilita a través del programa H2020 y vigilar las iniciativas adoptadas en países líderes (como Suecia) pueden ser un primer paso en la transición hacia la economía circular.
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