Como consumidores, nos preocupa la seguridad de lo que comemos. Que los alimentos estén en buen estado y no conlleven riesgos alimentarios. Como productores, tenemos el reto de poder hacer frente a una demanda cada vez mayor de productos de calidad que garanticen a su vez la seguridad alimentaria. ¿Es posible dar soluciones a las dos necesidades?
Las últimas investigaciones en envases apuntan hacia ello. Conocer si un producto ha sufrido cambios de temperatura durante su transporte y si eso ha afectado a su calidad puede ser posible con innovaciones que se están produciendo en los envases inteligentes.
El desarrollo de envases inteligentes hace posible que, además de su función de contener y conservar alimentos, puedan aportar información útil al consumidor. Este tipo de envases garantizan al consumidor la calidad y seguridad de los productos, es decir, el estado en perfectas condiciones del mismo. Este tipo de envases pueden aportar datos como el crecimiento microbiológico, los cambios de temperatura y el estado del alimento mediante indicadores visuales. La Universidad de Strathclyde (Reino Unido) está trabajando en este campo.
De hecho, en Reino Unido se tiran 8 toneladas de comida, parte en buen estado, y se producen aproximadamente un millón de casos de intoxicaciones al año. Estos aspectos son, en muchos casos, resultado de ineficiencias en el envasado por lo que podrían evitarse si los envases de los alimentos incluyeran funciones inteligentes que proporcionasen información sobre el estado de los alimentos.
Los invesigadores británicos están desarrollando alternativas a las etiquetas adheridas a los envases que indican la frescura de los alimentos. Proponen convertir al propio envase en un indicador que cambie de color cuando la frescura del producto se encuentra por debajo de un cierto nivel. El envase en el que están trabajando, combinará el empleo de atmósferas modificadas (mantienen al alimento en condiciones especiales que consiguen alargar su vida útil) y material que incorpore los indicadores de frescura. De esta forma, se reduciría el elevado coste asociado a las etiquetas.
El desarrollo de estos envases inteligentes contribuirá a reducir los casos de intoxicaciones y el desperdicio de alimentos en buen estado.
En ainia, contamos con una línea de trabajo dedicada a la investigación sobre la interacción entre el envase y el producto, donde investigamos también los sistemas de envasado inteligente.
Nuestros servicios contemplan los sistemas y metodologías más actuales para el desarrollo de nuevos envases inteligentes que permitan realizar el seguimiento del estado microbiológico del producto y garantizar la calidad y seguridad de los alimentos que llegan al lineal del supermercado.
Nuestro equipo de técnicos especializados, laboratorios y plantas piloto están al servicio de las empresas alimentarias.
En ainia tenemos en cuenta las particularidades de cada producto y las necesidades del cliente. Además de la demanda de los consumidores y de las nuevas tendencias del mercado.
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