La Navidad es un momento del año en el que se dispara el consumo de alimentos, especialmente de productos frescos. Según los datos del Informe Anual Mercasa elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente los hogares españoles gastan un 30% más que la media mensual del resto del año en diciembre -muy relacionada con las fiestas navideñas-.
Garantizar la calidad y seguridad en la industria alimentaria a lo largo de toda la cadena de valor es una preocupación y al mismo tiempo necesidad de las empresas del sector. Los riesgos asociados al consumo de alimentos en el hogar en Navidad son básicamente los mismos que durante el resto del año, sin embargo, el tipo de productos que se consumen, - frescos- y, especialmente, la forma en la que se preparan pueden ampliar el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria. Por eso, las empresas alimentarias apuestan por asumir más medidas de precaución para estas fechas.
-Ciertas familias de hongos que pueden dar lugar a diversas micotoxinas -contaminantes naturales- como son las toxinas Fusarium, aflatoxinas y ocratoxinas que se encuentran en café, cereales y derivados, especias, mosto, pasas, vino, frutos secos, especias y frutas desecadas, etc. Las aflatoxinas pueden aparecer de forma moderada en el trigo, soja, avena y arroz.
-La histamina aparece en el pescado cuando la relación tiempo/temperatura desde la captura al mercado es excesiva. Teniendo en cuenta que los procesos de esterilización y cocción no destruyen la histamina y que una elevada concentración puede provocar síntomas alérgicos, resulta necesario garantizar su ausencia en los productos que llegan a manos de los consumidores.
-Otros contaminantes son los residuos medicamentosos que se pueden encontrar en cárnicos, piensos, productos de la pesca y miel y también plaguicidas que se hallan en productos vegetales y cárnicos.
-Lysteria, Salmonella, E.coli y Enterobacterias y suelen ocupar los titulares en las intoxicaciones alimentarias. En algunas ocasiones, estos microorganismos sobreviven a las técnicas de conservación convencionales por lo que resulta necesario comprobar su ausencia con el fin de garantizar la seguridad de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria.
-Existen patologías derivadas de la ingesta de productos contaminados por norovirus o hepatitis A más frecuente en moluscos bivalvos y vegetales.
Identificar los contaminantes alimentarios y microorganismos patógenos resulta fundamental para evitar posibles intoxicaciones, alertas alimentarias y retiradas de productos del lineal con el fin de que no llegue hasta los consumidores.
Entre las diferentes técnicas analíticas con las que cuenta ainia, cabe destacar por tratarse de métodos rápidos y de alta precisión las dos siguientes:
-La cromatrografía líquida de alta eficacia o HPLC que separa y compara los compuestos para identificar los compuestos contaminantes y cuantificar su presencia en la muestra. Los usos más actuales son la detectar plaguicidas y residuos medicamnetosos así como las micotoxinas como las aflatoxinas, ocratoxinas y Fusarium y la histamina.
- El PCR REAL TIME o Reacción en Cadena de la Polimerasa es una técnica de biológica molecular que permite aumentar los fragmentos de ADN e identificar, con al alta probabilidad, la presencia de microorganismos como bacterias, virus, mohos, levaduras, etc.
ainia dispone de laboratorios dotados con equipos y tecnologías de última generación así como una amplia experiencia en el análisis y determinación de los compuestos presentes en un alimento.
Si quiere más información acerca de estas y otras técnicas de detección (pinche aquí) o, póngase en contacto con nosotros y le informaremos lo antes posible.
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