Beatriz Pérez / 05 Abril 2017

De los “ugly foods” a los snacks funcionales para la noche, radiografía de los nuevos modelos de consumo

A la tendencia por los alimentos saludables, naturales y la relativa a la adopción de dietas eminentemente vegetales, debemos incluir los nuevos modelos de consumo. Así se hizo en la jornada de innovación “Diseñando los ingredientes y alimentos para el consumidor del futuro”. Este el artículo profundiza en las tendencias emergentes, aquellas que apuestan por  los alimentos más sostenibles y el consumo nocturno de alimentos funcionales.  

Es indiscutible que la gran tendencia en alimentación es aquella que nos aporta beneficios en favor de un modo de vida saludable. Como sabemos, la evolución de esta tendencia está estrechamente vinculada con lo natural. Así el consumidor busca “Free from products” y se muestra mucho más interesado por aquellos alimentos que muestra etiquetas limpias.

Todo ello, paulatinamente se ha ido traduciendo en una creciente apuesta por las dietas veggies. Dietas que priorizan el consumo de vegetales y que impulsan la innovación en este sentido para todas las categorías y edades. Dietas donde las “plantas” son el ingrediente principal y que nos llevan a la paulatina adopción de nuevas fuentes proteicas como legumbres y granos ancestrales. Si quiere, puede profundizar en las claves vinculadas a estas tendencias en el artículo Tendencias en el desarrollo de productos de alimentación para 2017.

Junto a las grandes tendencias surgen nuevos modelos de consumo, interesantes nichos de mercados y oportunidades para la innovación de ingredientes. Repasamos todas ellas en la jornada de innovación Diseñando los ingredientes y alimentos para el consumidor del futuro.

 

La noche se convierte en el momento ideal para el consumo de alimentos funcionales

Como dijimos en el artículo La era saludable: Alimentos funcionales, nutricosmética y nutracéuticos, las versiones saludables de los alimentos vendidos en España durante 2015, supusieron 1.059,6 M€, el 23,4% de las ventas totales y el 18,9% en volumen. Cifras que refuerzan el hecho de que el consumo de alimentos funcionales es una tendencia en crecimiento.

Sin embargo, este crecimiento está cada vez más enfocado en la diversificación y personalización de producto. La industria aprecia los beneficios de contar con la participación activa del consumidor en la co-creación de sus nuevos lanzamientos. Gracias a ello ha descubierto que en la noche se esconde una nueva ocasión para el desarrollo de formulaciones funcionales. Así lo indicó la consultora Mintel en la citada jornada.

Según las conclusiones obtenidas sobre el informe Mintel Food & Drink trends 2017, nuestros estilos de vida multitarea, el crecimiento de las nuevas tecnologías y las dificultades para desconectar de  las responsabilidades están impulsando la necesidad de encontrar soluciones que permitan al consumidor lidiar con altos niveles de estrés. De hecho, según Mintel, en EE. UU., el 56 % de las mujeres y el 46 % de los hombres dicen que el estrés es un problema de salud que les preocupa.

La noche, por tanto, se presenta como el momento ideal para el consumo de alimentos capaces de favorecer la relajación o ayudarnos  a dormir. Alimentos y bebidas que están pensados para ser consumidos como parte de la rutina antes de acostarse.

Esta funcionalidad está frecuentemente asociada a productos concretos, como es el caso de las infusiones. Pero también a la inclusión en las formulaciones de ingredientes con propiedades bioactivas relajantes. Ejemplo de ello son los zumos con melatonina. Incluidos en esta tendencia encontramos aquellos alimentos que contienen ingredientes saciantes. Estos últimos están enfocados a evitar que el hambre pueda interrumpir las horas de sueño, evitando antojos que, además, puedan suponer una amenaza para las dietas.

No al despilfarro. El consumidor busca productos más sostenibles. Se aceptan los "ugly foods"

Si hay un grupo etario que destaca por su sensibilidad en favor de la sostenibilidad son los Millennials.  Los nacidos antes del final del milenio se muestras favorables a la adopción de un consumo más ético que contribuya a la reducción de desperdicio de alimentos. La conciencia de los consumidores sobre el tema del despilfarro de alimentos se extiende a los métodos productivos, prefiriendo aquellos alimentos que han exigido un menor consumo de agua y recursos para su elaboración.

Poco a poco, los “ugly foods” se van embelleciendo ante los ojos de consumidor. Esto ocurre, en gran parte, como consecuencia de las campañas de publicidad a su favor  y los estudios científicos que dan a conocer las propiedades saludables de los alimentos feos.  Sobre este tema profundizamos en el artículo “Alimentos feos” o cómo contribuir a reducir el desperdicio.

Para aquellos no familiarizados, los "ugly foods" o alimentos feos son frutas o vegetales generalmente desechados por no cumplir con los criterios estéticos de venta en fresco (deformaciones, tamaños demasiado pequeños, cortes, etc.) pero cuyo valor nutricional y sensorial sigue siendo el mismo y también se incluyen los productos transformados que han sufrido daños mecánicos durante su procesado (galletas rotas, etc.).

Además de ello, la tendencia en favor de la reducción del desperdicio y el consumo de alimentos más sostenibles implica que la industria alimentaria se apoya cada vez más en las tecnologías que lo hacen posible. Entre otros aspectos:

  • El desarrollo de nuevos aditivos naturales que, incluidos en las matrices alimentarias, sean capaces de aumentar la vida útil de los alimentos.
  • Nuevas tecnologías que permiten la reutilización de subproductos (desperdicios y residuos de la producción) y que hasta el momento eran tratados como meros deshechos. Un ejemplo lo encontramos en las tecnologías limpias de extracción y purificación, en concreto la extracción con CO2 supercrítico. Un proceso inocuo, rentable, respetuoso con el medio ambiente, idóneo para la obtención de sustancias como aceites, pigmentos y antioxidantes de gran pureza.
  • Innovación en el diseño de envases que tengan en cuenta elementos como la porcionabilidad y cantidades que el consumidor necesita, que incluyan mejores sistemas de sellado y la posibilidad de abrir y cerrar los packs. A este respecto, le invitamos a visionar el vídeo El papel del envase para evitar el desperdicio de alimentos 
  • Tecnologías que potencian la optimización del uso del agua, así como su reutilización. Estas tecnologías se enfocan tanto en las operaciones auxiliares llevadas a cabo por la industria alimentaria como en el uso del agua como ingrediente en las formulaciones. Este último punto, abre un nuevo abanico de posibilidades en favor de diferentes texturas. Una tendencia que las empresas barajan a la hora de vincular conceptos como lo sano y lo apetecible.

AINIA se posiciona como un aliado de gran valor para la industria alimentaria. Entre nuestras capacidades  se encuentra la de aportar soluciones a la globalidad del proceso de diseño de nuevos ingredientes y alimentos. Desde la prospección tecnológica y análisis de mercado que nos van a permitir contar con el consumidor en el proceso de co-creación, pasando por el proceso de elección de aquellos ingredientes capaces de satisfacer las nuevas necesidades, su obtención y adaptación a las matrices alimentarias y por supuesto, en el desarrollo final del producto y su validación.

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