Según el último informe presentado en diciembre de 2014 por European Bioplastics, la producción global de material bioplástico aumentará en más de un 400% desde 2013 a 2018. Se entiende como bioplástico aquellos que proceden de fuentes renovables (total o parcialmente), los materiales de envasado biodegradables y aquellos que cumplen estas dos características. Se trata de productos medioambientalmente más sostenibles.
La producción a partir de fuentes renovables se puede basar en el aprovechamiento de aguas residuales, residuos orgánicos y subproductos de reducido coste. Mediante procesos fermentativos, extractivos y de polimerización se generan biopolímeros a ser empleados en distintas aplicaciones, como por ejemplo en envases para alimentacion, cosmetica, etc.
Los bioplásticos, en determinadas aplicaciones, son capaces de adquirir propiedades de impresión, transparencia, brillo y barrera semejantes a los plásticos convencionales. Además, pueden ser reciclados junto a los plásticos obtenidos a partir de fuentes fósiles.