¿Innovas o innovamos? Crowdsourcing: juntos mejor que separados

Son numerosas las veces que hemos hablado de las oportunidades que nos brinda Internet. En este artículo vamos a hablar de una de las posibilidades que hemos aprovechado para mejorar negocios, creando nuevas formas para desarrollar determinadas tareas, como por ejemplo la innovación en nuevos productos.

La traducción del crowdsourcing vendría a ser como una “colaboración abierta”. Se trata de una metodología muy útil cuando se requiere de un aporte de creatividad y aire fresco a determinadas tareas o procesos, ya que ofrece la posibilidad de escuchar ideas del exterior e integrarlas en nuestro proyecto. Me refiero a incorporar la participación masiva de personas a través de las nuevas tecnologías.

Podemos observar como muchas innovaciones en producto surgen desde las propias compañías, poniendo el foco en el producto, en su experiencia previa, en sus procesos tradicionales, en su conocimiento del mercado y en rentabilizar lo máximo posible el nuevo producto lanzado al mercado. Todo esto es necesario, más bien imprescindible.

[themeone_quote color=»accent-color1″] El proceso de innovación sería mucho más rico y los riesgos se minimizan si escuchamos en primer lugar al consumidor, nuestro cliente, antes de empezar con la innovación en producto. [/themeone_quote]

De esta manera, las innovaciones no estarían sesgadas por los intereses de las propias compañías, es decir, en lugar de priorizar la reducción de costes, por ejemplo, y a partir de ahí pensar en un nuevo producto, lo que proponemos es, en primer lugar escuchar a nuestro cliente y cubrir sus necesidades con una solución atractiva para él y alineada con la reducción de costes, es una manera diferente de innovar que ofrece muchas más posibilidades de éxito.

Alineado con las tendencias actuales, es una técnica de investigación colaborativa que aporta mucha información de valor desarrollando las tareas en un menor periodo de tiempo con resultados más eficaces, gracias a la colaboración de muchos participantes y en consecuencia, la aportación de más soluciones. Sin dejar de lado la implicación de los consumidores, ellos sienten que forman parte del proceso y se llegan a sentir parte de las compañías.

Proceso metodológico para creación de nuevos conceptos de productos:

1. Aplicación de la técnica crowdsourcing. A través de nuestra plataforma dentro del Observatorio del Consumidor lanzamos una pregunta proyectiva con el fin de identificar tensiones (oportunidades de desarrollo) en las que focalizarnos para desarrollar conceptos.
2. Análisis de resultados mediante la categorización de las ideas aportadas por los consumidores.
3. Estudio de la viabilidad técnica de las ideas de conceptos más relevantes para los consumidores.
4. A través de la metodología Forward Concept Builder, desarrollamos la composición de los conceptos técnicamente viables.
5. Test de concepto en el que medimos la Tracción y Unicidad para identificar los conceptos con mayor probabilidad de éxito en el mercado.

De esto trata el crowdsourcing, en AINIAFORWARD escuchamos al consumidor y sin ningún tipo de influencia, asesoramos a nuestros clientes para que elijan la estrategia más interesante para su organización. Esta técnica la estamos incorporando en las investigaciones que llevamos a cabo con compañías que han optado por tener un partner externo en su estrategia de innovación.