Garantiza la seguridad alimentaria y el correcto etiquetado de tus productos
La seguridad alimentaria de nuestros productos se puede ver comprometida por las alergias alimentarias, reacciones adversas del organismo de base inmunológica. Las proteínas alergénicas estimulan el sistema inmunológico de algunas personas y dan lugar a una respuesta excesiva y patológica. Los síntomas de la alergia pueden ser leves (congestión nasal, inflamación y erupciones en la piel, etc.), pero en algunos casos pueden aparecer síntomas más graves como asma, diarrea o cólicos. En los casos más graves puede producirse un choque anafiláctico, que puede llegar a producir la muerte del individuo.
Los alérgenos principalmente son proteínas o glicoproteínas presentes de forma natural en los alimentos. También se incluye en este grupo otros alérgenos como los sulfitos (E220-228), conservantes de alimentos utilizados para prevenir el pardeamiento o la decoloración de los alimentos o bien la lactosa, azúcar que puede ocasionar en ciertas personas problemas de intolerancia. Estas sustancias podemos encontrarlas en los alimentos elaborados como resultado de la utilización de algún ingrediente o aditivo que derive de alimentos alergénicos o como resultado de una contaminación cruzada producida durante el proceso de elaboración del alimento.
El Reglamento (UE) Nº 1169/2011 regula a efectos de información al consumidor la presencia en los alimentos de un total de 14 grupos de sustancias que pueden ser causa de alergias o intolerancias alimentarias, y establece que todos los alimentos envasados deben mencionar obligatoriamente la presencia de este tipo de sustancias mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de la lista de ingredientes.
De todo ello, se deriva la necesidad de los fabricantes de alimentos, así como de otros operadores alimentarios, de comprobar la posible presencia de estas sustancias a través de controles analíticos de fiabilidad suficiente.