Cómo mejorar la eficiencia en los estudios de funcionalidad de alimentos saludables

La Comisión Europea publicaba el pasado 12 de Junio el listado de las nuevas declaraciones autorizadas de propiedades saludables, entre las que se encuentran “El consumo de alimentos que contienen fructosa producen un menor aumento de glucosa en la sangre que el consumo de alimentos que contienen sacarosa o glucosa” y “El DHA ayuda a mantener unos niveles normales de triglicéridos en la sangre”.

Para lanzar un producto con una alegación de propiedad saludable determinada el protocolo a seguir  marcado por la UE es tremendamente exigente y riguroso.

Los estudios de funcionalidad para validar el beneficio que el alimento saludable desarrolla en el organismo generalmente se basan en ensayos de intervención clínica y, cada vez más, se pueden ver reforzados  con ensayos de funcionalidad “in vitro”, con líneas celulares y modelos de simulación del sistema digestivo que permitan obtener resultados previos a la validación clínica.
 

Digestor dinámico “in vitro” y ensayos de funcionalidad

Conscientes de esta realidad ainia centro tecnológico tras varios años de trabajo ha desarrollado un digestor dinámico  “in Vitro” que simula los procesos que se dan en el estómago y en el intestino humano.

La ventaja del digestor radica fundamentalmente que se pueden realizar pruebas previas a la validación clínica consiguiendo ajustar  más el desarrollo del producto y reducir tiempos y costes de proceso de I+D.

 Las principales etapas de los estudios de funcionalidad mediante estos ensayos son los siguientes:

1. El alimento en estudio se hace pasar por un estómago artificial, donde disminuye el pH y se añaden enzimas similares a las presentes en el organismo humano.

2. La sustancia resultante atraviesa el intestino delgado artificial, donde se aumenta el pH, se añaden otras enzimas y bilis.

3. El paso del digerido a la sangre se puede analizar mediante una simulación físicamente el paso de las moléculas a la sangre a través de diálisis; o impregnándolo en una línea celular. 

La cantidad absorbida en el intestino delgado indica qué es lo que pasa a los órganos y realiza la función beneficiosa cuestión de estudio.

Es posible analizar también lo que no es absorbido en el intestino delgado y llega al intestino grueso. La solución se mezcla con los microorganismos que suelen estar presentes en el organismo, con lo que se pueden valorar el efecto sobre otros organismos o sobre el intestino en si.

Los resultados de experiencias llevadas a cabo “in vitro” indican la viabilidad de continuar con los ensayos clínicos o si es necesaria una reorientación.

Proyecto PROREGAS

A través del proyecto PROREGAS   ainia está trabajando en la ampliación de este modelo de digestión in Vitro, mediante el diseño de un intestino grueso que imite las condiciones de esta porción del tubo digestivo, el intestino grueso, y complemente así el sistema digestivo humano. Éste es un proyecto financiado conjuntamente por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), dentro de su programa de proyectos en cooperación, y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunidad Valenciana 2007-2013.
 

Y tú, ¿ganas eficiencia en tus estudios de funcionalidad?, ¿te parece interesante esta tecnología desarrollada por ainia para conseguir eficiencia en tus estudios?, ¿conoces otra? Cuéntanosla.