Las fiestas navideñas son días para compartir momentos con familia y amigos alrededor de la mesa disfrutando de comida y bebida, pero la continuidad de las celebraciones puede traer consecuencias poco deseables. Hemos hecho una recopilación de algunas recomendaciones indispensables para sortear con éxito la habitual indigestión de estas fechas y mantener el peso a raya.
Durante la Navidad nos deleitamos con alimentos menos frecuentes en nuestra dieta durante el resto del año y también aprovechamos para probar otros nuevos. Sin embargo, el consumo de alimentos en grandes cantidades provoca un sobre esfuerzo del aparato digestivo que puede producir: ardor, acidez, flatulencia, hinchazón abdominal, diarreas, náuseas, vómitos… Además, los nutrientes de los productos que ingerimos no son absorbidos por el organismo de la manera adecuada y como consecuencia, aparece una sensación de decaimiento, fatiga y somnolencia.
Probar de todo, pero con moderación, aumentar el consumo de agua y de frutas y verduras son algunos consejos que nos evitarán posteriores problemas digestivos. Puedes conocer más en: 7 consejos para encarar las comidas navideñas.
Pero, ¿qué ocurre cuando ya nos hemos pasado y la resaca y la indigestión dan la cara?. Te damos algunos trucos para paliar sus efectos: Cómo afrontar el después de las comidas navideñas: 5 recomendaciones.
No obstante, si te has pasado estos días puedes consolarte leyendo este artículo de elpais.com en el que se asegura que lo verdaderamente importante no es lo que comas en Navidad sino durante el resto del año.
Un último consejo: siguiendo nuestra línea de minimizar el desperdicio alimentario también en el hogar, nos hacemos eco de este maravilloso post de Directoalpaladar.com en el que nos ofrecen hasta 23 propuestas para darle una feliz salida a las sobras navideñas.
Inma Gonzalvo (114 artículos)