Los envases y los residuos de envases son objeto de debate en la actualidad y desde la Unión Europea se está trabajando para mejorar la situación en este ámbito. Recientemente se ha publicado la hoja de ruta con el fin de proceder a la revisión de la legislación que atañe a la reducción de residuos de envases. En el artículo comentamos algunos de los aspectos más relevantes.
El enfoque que desde la UE se da a este tema es múltiple, dado que se contempla desde la revisión y actualización de la Directiva 94/62/CE sobre envases y residuos de envases hasta otros aspectos ligados al Pacto Verde y al nuevo Plan de Acción de Economía Circular. Es necesario que existan requisitos más claros y específicos sobre la composición y reutilización y recuperación, incluyendo también la recuperabilidad, de los envases.
Es necesaria una revisión profunda de la legislación aplicable, de modo que permita mejorar la situación actual. De acuerdo con los datos que maneja la UE el sector del embalaje es el principal contribuyente en la generación de residuos plásticos, alrededor de 17,8 millones de toneladas en Europa en 2018, lo que representa aproximadamente el 60% de los residuos plásticos tras el consumo de productos.
Si bien la UE es consciente de la necesidad para tomar medidas en esta dirección, no es menos cierto que en la actualidad la demanda de materiales secundarios de los envases reciclados sigue siendo demasiado baja, sólo una parte limitada de los residuos de envases se recicla y vuelve a convertirse en nuevos productos o envases. En 2017, solo alrededor del 42% de los residuos de envases de plástico generados en la UE se reciclaban. El resto se eliminó en vertederos o se incineró con recuperación de energía con consecuencias para el medio ambiente, incluida la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al analizar la situación actual, uno de los problemas más relevantes que se ha identificado es del diseño de los envases, ya que no se tiene cuenta para mejorar la operativa en el tratamiento de los residuos de envases en sus diversas fases de recolección y clasificación. Al no prestar especial atención a este elemento se dificulta e incrementa el coste del reciclaje. Es más, se trata de un elemento que desde el punto de vista de la legislación no se ha regulado con claridad y es necesario hacerlo para mejorar la situación. Un adecuado diseño de los envases puede reducir los costes de reciclado hasta en un 50 %.
Esta situación unida a que la regulación sobre los envases y residuos de envases data de 1994 (Directiva 62/94/CE) y que en la actualidad se siguen trabajando con envases de complicado reciclaje, por ejemplo, los envases compuestos flexibles multicapa, hace más necesario un giro en la legislación para lograr la completa armonización de las normas sobre envases en la UE. Además, es necesario evitar la descoordinación que se produce con algunas medidas de los Estados miembros a la hora de abordar los aspectos de sostenibilidad del embalaje, ya que acaban siendo obstáculos para la libre circulación de mercancías.
Para alcanzar estos objetivos se va a desarrollar la legislación de forma que los operadores dispongan de requisitos más claros sobre los envases y por otra parte se impulsará el diseño para la reutilización y reciclabilidad de los envases y evitar el crecimiento continuo en la generación de residuos de envases.
Adicionalmente, se incorporarán otras medidas de apoyo consistentes en:
• Todos los envases sean reutilizables o reciclables y contar una definición legal para «envase reciclable». • Limitar el uso de algunos materiales, en particular donde sea posible el empleo de alternativas como la reutilización o manipulación segura de los productos sin embalaje. • Reducción de materiales complejos para el envasado y embalaje. • Fijación de objetivos de contenido reciclado para formatos de envase específicos. • Criterios mínimos obligatorios de contratación pública ecológica.
Todo lo que plantea la UE tendrá sin lugar a duda impactos económicos, sociales, ambientales y para la simplificación de la regulación. En su conjunto las medidas que se van a regular constituyen una gran oportunidad para la innovación en el envasado y embalaje de los productos, desde las mejoras del diseño de los envases hasta la generación de nuevas actividades o modelos de negocio para promover un uso más sostenible de los envases.
De acuerdo con las previsiones que maneja la UE tendremos que esperar hasta 2021 para que se adopten las medidas legales correspondientes y seguramente para su aplicación efectiva algún tiempo más, por lo que los planteamientos alrededor de la hoja de ruta para la reducción de residuos de envases deben hacerse para la presente década con el punto de mira puesto en 2030.
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José María Ferrer (347 artículos)